Si el asado está atado, retire el hilo. Frote y sazone todo con aceite de oliva, sal y pimienta. Caliente 1 cucharada de mantequilla con el aceite vegetal en una sartén a fuego medio-alto y dore la carne por todos sus lados, unos 8 minutos.

Seque el filete con una toalla de papel y cubra con rodajas de paté y con la mezcla de las setas, presionando la mezcla sobre el lomo para sostenerla.

Forre un recipiente para hornear con bordes y poca profundidad con papel aluminio, y rocí­e ligeramente con un aerosol antiadherente.

Coloque el lomo sobre la masa de hojaldre y doble la masa alrededor de los lados y los extremos. Gire suavemente, envolviendo la masa alrededor de la parte inferior y los extremos del lomo para que se cierren completamente.

Barnice con un poco de huevo batido a lo largo de los bordes de las costuras donde la masa quedó superpuesta, presionando suavemente para sellar y ponga el lomo en el recipiente para hornear con el lado de la costura hacia abajo sobre el papel aluminio. Refrigere durante al menos 15 minutos o hasta 1 hora*.

Ajuste la rejilla del horno a la posición más baja y caliente el horno a 230° C.

Corte 3 ranuras a través de la tapa de la masa de hojaldre para permitir que el vapor escape mientras que se cuece al horno y barnice todo la masa con huevo batido.

Hornee el filete Wellington hasta que está dorado (si es que la cubierta se empieza a dorar demasiado, protéjala cubriéndola ligeramente con papel aluminio), y el termómetro digital insertado en el centro del asado registre 63° C  para el término medio-rojo, que debe de tomar generalmente cerca de 35 minutos.

* NOTA: Si refrigera el filete por 1 hora, deje que el Wellington adquiera la temperatura ambiente durante 30 minutos antes de hornearlo. El filete Wellington se cocina en la rejilla más baja del horno.